Fotografía astronómica
La
fotografía astronómica o Astrofotografía es mucho más que tomar una foto
apuntando hacia el cielo.
La fotografía astronómica es un área especializada
de la fotografía que toma imágenes de astros, objetos en el espacio y retrata
grandes extensiones de cielo.
La astrofotografía es llamada así siempre y cuando su principal
protagonista sea el cielo y sus objetos, tanto si las fotografías han sido
tomadas por la noche con una cámara corriente como con un sofisticado
telescopio.
El principal problema de la fotografía astronómica
radica en que el sujeto nunca está quieto. A medida que la tierra gira sobre su
eje el campo de visión de una cámara o de un telescopio fijo barre el
firmamento.
Las estrellas dejan un rastro luminoso cuya
longitud es proporcional al tiempo de exposición. Si se utiliza una cámara
réflex con un objetivo normal, aparecerán imágenes alargadas de las estrellas a
cualquier exposición que esté por encima de los 20 segundos. Con exposiciones
más largas se consigue el efecto conocido como star trails, trazos
estelares o rotación estelar, muy popular entre los aficionados a la
astrofotografía.
Para evitar estos rastros existen monturas
especiales que permiten el seguimiento de los astros para que estos aparezcan
fijos en nuestras fotos. Estas monturas hacen lo que se llama una alineación
polar y pueden ser de dos tipos, acimutales y ecuatoriales. Las más comunes en
fotografía astronómica son las monturas ecuatoriales.
La alineación polar consigue que podamos seguir a
las estrellas en su trayectoria para que no dejen rastro en nuestras
fotografías con largas exposiciones.
En el ámbito de la ciencia, la fotografía ha
desempeñado un papel muy importante. Al tomar una fotografía con telescopio,
los astrónomos obtienen imágenes exactas de la situación y brillo de los
cuerpos celestes. Si comparamos fotografías de la misma zona del cielo tomadas
en diferentes momentos se pueden detectar los movimientos de ciertos cuerpos
celestes, cómo los cometas.
Este tipo de fotografía ha ido evolucionando a
pasos agigantados. Desde la puesta de placas fotosensibles en los telescopios a
los modernísimos telescopios electrónicos de la actualidad.
Las mejores fotografías de estrellas y nebulosas se
lograrán en noches frías y claras, se debe prestar atención a la formación de
rocío en el objetivo. Para fotografiar la luna y los planetas más cercanos
suele ser preferible un cielo neblinoso ya que la turbulencia atmosférica es
generalmente menor. La altura del horizonte deberá ser lo mayor posible. Lo
mejor es disparar desde un punto alto y alejado de las luces.
Para fotografiar constelaciones, planetas y cometas
sólo es necesario una cámara y un trípode. Con ellos se puede fotografiar el
cielo visible desde una latitud determinada. Una montura ecuatorial y una
exposición de unos 30 min, revelará multitud de estrellas invisibles al ojo
desnudo. Hay mapas astrales que aparecen en publicaciones especializadas y que
nos informarán sobre lo que se puede fotografiar en cada mes.
Comentarios
Publicar un comentario